En el instituto, en literatura, los profes nos decían “si quieres escribir bien, lee a Azorín”.
Que era una cosa que, a su vez, les decían sus profes décadas antes.
Ya casi nadie se acuerda de Azorín, pero, mira tú, ahora tiene más valor que antes.
Porque la cosa era muy valiosa en el paso de la novela-ladrillo decimonónica al texto comprensible del siglo veinte (o sea, los artículos en los periódicos).
Y ahora resulta aún más necesario si quieres escribir en internet.
Los consejos de Azorín
Escribir claro, preciso y concreto.
(Con esto bastaría).
El resto es añadido, pero también tiene cierto valor didáctico:
No distraigas a la gente del argumento principal.
Lo que no suma, fuera.
Recorta.
Recorta más.
Usa verbos.
❇️ Bola extra
La elipsis es tu amiga;
esto quiere decir “no repetir cosas innecesarias si ya se entiende o no aportan información al lector”, o dar saltos hacia adelante para no hacer perder el tiempo a la peña con minucias.
Ejemplo: “Tengo cincuenta años; mi primo (tiene) cuarenta”
o saltándote secuencias superfluas
Ejemplo: en narrativa visual, mostrar a superman niño y luego ya adulto parando un tren; no hace falta explicar todos sus días en el cole ni cuántas veces hizo caca.
Aunque tendría su gracia, pero distraería al lector y enojaría a Azorín.
Así de conciso lo dejo hoy.
Añado una cita del maestro:
“La elegancia es fuerza contenida.”
Esta semana, en el Curso de imbécil, te cuento cómo encontrar trabajo en nuestros tiempos de estupidez supina.
Te puedes apuntar aquí: