Estoy leyendo un libro sobre sistemas, que es una cosa fascinante. (Otro día te explicaré sobre el libro y sobre los sistemas).
En el libro se menciona una parábola india, que paso a contarte:
Los ciegos y el elefante
Un grupo de ciegos oyó que había llegado al pueblo un elefante. Ninguno sabía cómo coño era un elefante, así que cuando estuvieron frente a él, lo tocaron para reconocerlo.
Uno tocó la trompa, y llegó a la conclusión de que un elefante es como una serpiente. Otro, al tocar la pata y sentirla firme y gruesa, afirmó que un elefante es algo parecido al tronco de un árbol. Otro más, tocó la oreja y dijo que no, que un elefante es una cosa delgada y endeble.
Ningún ciego supo cómo es un elefante en realidad, porque sólo percibieron su parte. La cosa aquí es parecida al dicho de que los árboles no te dejan ver el bosque: centrándote en lo parcial, no puedes comprender la totalidad.
En algunas versiones, el cuento acaba mal: los ciegos no se ponen de acuerdo, discuten y se dan de hostias, pero eso ahora es lo de menos.
La realidad es que todos somos ciegos en cierto modo, y la parábola podría haberse llamado “los cortoplacistas y la economía” o, simplemente, “la estupidez humana”.
Que tengas un buen día
Lo admito señor juez me declaro culpable 🥸
Todos somos ciegos en cierto modo, muchas veces.