En febrero de 1692 empezó lo de las brujas de Salem. Lo que dio pie a la expresión “caza de brujas” en América.
Todo empezó por las acusaciones de una niña de nueve años, Betty, la hija del Reverendo de Salem, y su prima Abigail, de once.
Las niñas acusaron a Tituba, una esclava de la familia, y a dos mujeres más. La confesión de Tituba, que fue golpeada por el propio reverendo, bastó para condenarlas a todas, aunque sólo colgaron a una de ellas.
Lo peor no fue eso, sino la oleada de acusaciones consiguientes, de unos vecinos contra otros por motivos triviales, antiguas rencillas o simplemente odio. Todo esto acabó con ciento cincuenta acusados en un año, aunque sólo una parte acabaron en juicio.
El balance: 19 personas ejecutadas y un hombre muerto durante las torturas.
Y tú dirás que ya está, pero todos sabemos que en Estados Unidos esto no está. Los rumores, acusaciones y bajezas morales no sólo no han terminado, sino que han llevado a un mentiroso a la presidencia del país.
La historia de los Estados Unidos es fascinante, me tiene pilladísimo desde niño, y quizás debería darte más contexto histórico, social o religioso, porque las circunstancias eran muy particulares; pero esto es una simple Hoja de calendario y no hay espacio para más.
Que tengas un buen sábado.