Te recuerdo que estos días estoy haciendo una encuesta que puedes rellenar aquí. Me ayudará a darte un contenido más guay.
Cuando hacemos algo por nosotros mismos, aunque nos salga un churro, sentimos una gran satisfacción interna. Esto Ikea lo sabe, y por eso te vende los muebles desmontados y con las instrucciones difíciles.
Sabe que para ti es muy importante tener esa sensación de “pude hacerlo yo”.
Cuando escribimos a mano sentimos un vínculo con nuestro manuscrito mucho más fuerte que cuando lo tecleamos en el ordenador. La vía directa entre tú y el escrito es mucho más corta, fuerte e intensa.
Es muy importante, aunque no sea tan rápido y en algunas ocasiones cometamos errores, escribir, dibujar, tejer o construir lo que sea a mano. Aunque para tu trabajo uses la inteligencia artificial, el corrector de textos o algún programa de dibujo vectorial.
Paralelamente, deberíamos escribir a mano. Para cuidarnos. Por deporte.
Igual que ejercitas tu cuerpo y tu mente, deberías ejercitar tu “vinculación con el mundo”. Con el ritmo natural de las cosas. Con el ir despacio y cometer errores.
Por si más arriba no ha quedado claro, quiero hacer hincapié en el hecho de que el resultado es lo de menos, y que no tiene nada que ver con tu trabajo (si fuera así ya sería la leche); haciendo las cosas a mano no buscamos ser eficientes ni productivos, sino humanos; desarrollarnos, estar presentes, y ser felices.
Si esto ha sonado a new age, lamento la confusión. Lo que quiero es que uses el puto lápiz.
☞ Excelente artículo sobre el famoso “efecto Ikea” aplicado al marketing.
Hace 1 año dejé de vivir en Barcelona para vivir de nuevo en mi pueblo. Una cosas dónde veo mayor cambio es en el ciclo natural de las cosas de mi entorno. Ahora salgo a la calle (vivo en un. pueblo de 700 personas de Les Garrigues) y veo el ciclo de los almendros, los olivos, los cambios en los pájaros que llegan con el frio y los que llegan con el buen tiempo. El cambio de color de los campos sembrados, labrados o cosechados. Las horas de luz, cuando no hay farolas, la noche llega a las 18,00h y todo se vuelve negro. En cambio, en Barcelona u otras ciudades, siempre veo las mismas tiendas con las mismas frutas y verduras sea verano o no, los mismos escaparates de moda rápida, los mismos autobuses y luz, mucha luz hasta que cierran las tiendas. Haberme dado cuenta de esto, me da una sensación de paz mental y distancia con la velocidad del mundo que me rodea, que me resulta muy liberadora
A mí me encanta escribir a mano. Con pluma y en un buen papel, de esos que hacen un ruido como si los estuvieran rasgando cuando pasas el plumín por encima.