Hasta hace muy pocos años, la gente se expresaba en internet.
No digo que ahora no, pero actualmente noto una “cierta” presión por hacerlo todo con un propósito. Como si el mero hecho de crear no fuera un propósito en sí.
Según “los del traje” esto no es rentable económicamente, y ya se sabe que si haces algo no rentable te van a hacer sentir mal.
Para los del traje, si haces algo que no sea “pensando en tu audiencia”, es perder el tiempo.
¿PERDONA?
O sea, que hagas lo que hagas, lo tienes que convertir en una estrategia. Como si la vida no fuera ya bastante complicada.
Pero tú tranqui, no tienes que contentar a los del traje, sino a ti. Porque las estrategias ya las harán las IA; incluso los del traje serán IA (no se lo digas).
Lo que no saben los del traje es que crear es, justamente, EL propósito. Es lo que nos queda y lo que nos quedará cuando los trabajos estratégicos y mecánicos los hagan las IA.
La creatividad artística es expresarnos, porque somos humanos y porque nos da la gana.
Vamos a calmarnos un poco
Te propongo volver a los dosmil, y para ello recupero la idea sencilla de tener un blog personal en internet.
Un blog sin pensar en audiencias ni métricas. Algo tuyo que te apetezca tener en internet y quizás compartir.
Ahora bien…
Si buscas en Google “cómo hacer un blog personal”, sólo te aparecen resultados orientados al éxito: tener visitas, monetizarlo, que lo encuentren, o aparece por ahí la palabra “triunfar”.
Esto es en parte culpa de Google, y en parte culpa del SEO por hacerle el juego a Google. Pero así están las cosas y menos mal que puedes preguntar a un chat GPT, mucho más fiable y sin anuncios (de momento).
Pero para eso estamos los amigos (y las newsletters, y las comunidades que no dependen de los buscadores, ni de las redes, ni del SEO, ni de los anuncios).
No sé por dónde empezar
Te doy un empujoncito, pero el resto lo tienes que hacer tú, que de eso se trata:
Si te frena el no saber dibujar o escribir, te recomiendo llevar un diario fotográfico. O sea, fotitos, sin más.
Puedes comenzar por sacarte una foto cada día. O a tu mascota. O documentar un viaje, o tu camino al trabajo.
El caso es ir adquiriendo la costumbre de hacer fotos. Luego si quieres ponles una frase, un pensamiento.
Algunos “tips”
Observa. Esto parece una perogrullada, pero si te habitúas, con el tiempo te darás cuenta de que te fijas en cosas que antes no: esa grieta en la pared, un vaso al que le da la luz y se ve de otro color, lo que se ve desde tu ventana…
Ya sabes, nada es perfecto. De hecho, lo perfecto no existe, así que no te agobies; está bien así, y si puedes mejorar, lo harás con la práctica.
Procura que se convierta en un hábito, como tu rutina semanal de hacer fotos, sin presiones pero con un cierto compromiso.
Revisa al cabo de un tiempo. Pasados unos meses, echa una mirada atrás y mira lo que has hecho. Nota el progreso o la línea que –queriendo o no– has ido siguiendo. Piensa un poco sobre ello, más que nada para tener perspectiva.
Sigue!
Y si quieres, comparte, que me gustaría verlo 😃
Hace poco que estoy por substack pero me encanta, es similar al placer de los blogs de los que hablas.
Qué recuerdos cuando simplemente desde el blog quería acercar cosas que me gustaban a todo el mundo. Ni por ser guay, ni por monetizar. Solo por compartir.
Gracias por esta gran reflexión!