Reconozco que la Hoja de hoy se iba a llamar “A tomar por culo”, pero pensé que “Planificar” suena mejor.
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Bueno, en realidad quería hablarte de no hacerlo, de NO planificar. Y tiene un porqué.
Durante casi toda mi vida he sido un ser caótico, inmaduro, un artista inspirado, un sentimental que se dejaba llevar por las emociones, sentir el arte y gozar mucho el proceso creativo y artístico.
Pero era un fracaso.
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Mis trabajos están muy bien valorados, originales, únicos… fuera de lo común, cosas que poca gente puede hacer, geniales y tal. Esto me llevó a ganar concursos de relatos y de comics, a trabajar en los mejores programas de humor de la tele y la radio, a colaborar con los muchachos del Mundo Today e ilustrar libros infantiles de grandes autoras.
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Entonces, más o menos hace diez años, me interesé muy fuerte por el marketing online.
Ya sabes lo importante que es promocionarse, seguir una estrategia, tener objetivos, mirar datos y hacer seguimientos. Es fascinante el comportamiento humano, somos animalillos tan previsibles… Los impulsos de venta, los embudos de conversión, los emails diarios y los posts en redes (sobre todo en Linkedin), siempre con un objetivo claro, realista pero ambicioso.
Siempre crecer, siempre escalar. Oh yeah.
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Desde entonces que no me como una rosca. Clientes, sí, pero pocos. Un nombre, una marca personal, cientos de suscriptores a mi newsletter, miles de seguidores en Linkedin. Oh yeah.
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Estoy mucho más enfocado.
Me hago mayor, por fin soy un hombre maduro sensato y centrado, y… siento que he perdido esa chispa del insensato que fui. Todo está planificado, escribo esto y lo recibes mañana a la siete y dos, como todos los días. Tengo una estrategia, me hago un calendario editorial, incluso usé Notion y me tragué toda esa mierda un tiempo (ya no, realmente no me hacía falta).
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Francamente, hoy me gustaría volver a tener una furgoneta (como la Volkswagen que tuve, que era casi clavada a la de la foto) y que le den por culo a todo. Echo mucho de menos dibujar, escribir y no planificar.
Porque planificando, estructurando y pensando estrategias, he llegado a un sitio donde está todo el mundo. Están todos… menos yo. Y me echo de menos.
Antes era un fracaso, pero era MI fracaso.
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Disclaimer:
Pese a todo, de las cosas que he aprendido durante este viaje por el mundo de la comunicación y los contenidos en internet, me quedo con las newsletters; el mejor (¿único?) ejercicio de libertad online.
Te sugiero que escribas la tuya (sin presiones, cuando te salga de ahí); es la mejor manera de expresarse y seguir siendo realmente libres en internet.
Y para que no viajes solo, te recomiendo sinceramente la comunidad de newsletteros de Chus, que además estrena un curso que está muy bien (no me llevo nada, lo recomiendo de corazón).
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