Por qué nos gustan los finales felices
…con los problemas que hay y sabiendo que un día todos moriremos.
Te puedo responder mezclando dos puntos de vista: el psicológico y el del creador de historias.
La vida es una mierda.
O, como se decía antes, un valle de lágrimas.
Igual te parece que no hay para tanto, pero si observas a tu alrededor verás gente enferma, personas sin hogar, guerras, crímenes, paro, pobreza y un desastre medioambiental.
Vale. Entonces decides ir al cine.
Y ves una peli en la que a los protagonistas les han embargado la casa y el niño tiene cáncer y, tras una serie de vicisitudes (por ejemplo, gracias a que el hermano mayor es un genio del baloncesto y consigue ser fichado por la NBA) consiguen acceder a un tratamiento experimental y el niño se salva por los pelos.
La amígdala.
Es una cosa del cerebro muy pequeñita responsable de las emociones a lo bruto, sin filtros. O sea, si algo acaba bien es bueno, si acaba mal es malo. No hay racionalidad, sólo prevalece el impacto.
Esto hace que, aunque haya sido una historia maravillosa, si el niño muere la peli es una mierda (o es buena pero tenemos un mal recuerdo, aunque el hermano se haya tirado toda la historia sufriendo para jugar la final y conseguir la pasta)
Necesitamos esperanza
Por eso nos gusta anticipar lo bueno. Intuyes que el niño al final no muere. Lo esperas.
Pongamos que, como guionista, quieres crear tensión en la historia y que a lo largo de la peli la esperanza decae bruscamente cuando muere su querida tía, también con el mismo tipo de cáncer.
No pasa nada, es un personaje secundario, la gente llora y se pone nerviosa en las butacas, pero los personajes pierden la fe en la cura y el hermano comienza a desconcentrarse y a fallar tiros libres.
Esto sería un fracaso
Si la cosa acabara aquí. Pero somos creadores y tenemos el súper poder de hacer lo que nos salga de los huevos.
Así que, después de mucho llorar, el entrenador del hermano le dice que él también perdió a su madre por cáncer, que es normal, y que haga el favor de centrarse y jugar bien.
[Aquí iría un discurso motivacional].
Pam. Todo aciertos
Ganan la liga, le hacen un contrato millonario y pueden pagar el tratamiento y recuperar la casa.
Vuelve el orden.
La vida es caos y dolor, pero queremos tener la sensación de orden. De que si haces A, que es correcto, alcanzarás B, que es lo mejor.
De ahí la importancia de la religión, de los cómics de súper héroes y de las historias de Jane Austen.
Es una necesidad muy humana.
Tu generosidad
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Doncs si, ves que t’he de dir!
No saps el contenta que estic que tornis a escriure i tal.
En castellà? va bé, així practico, hehe ..